Dragon's Dogma
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Los necrófagos son monstruos o criaturas mayores de Dragon's Dogma: Dark Arisen. Incorporan una modalidad adicional durante los combates del juego: las apariciones súbitas de estos jefes al ser convocados por el olor a muerte y la abundancia de cadáveres de enemigos. Esto quiere decir que son monstruos carroñeros a la vez que cazadores.

Convocarlos como un arma[]

En términos de ganar o perder, los necrófagos son un arma de doble filo. Su presencia siempre puede cambiar el curso de la batalla puesto que estas criaturas devoran a las otras. Esto puede usarse a favor del grupo del Arisen, pero si pueden atacar sin vacilar a cualquier monstruo o enemigo es porque ellas mismas tienen un poder enorme y representan mucho peligro. Los necrófagos son de los oponentes con ataques más devastadores en el juego, muchas veces causan un daño masivo y letal que impide al jugador responder recuperando salud para evitar su muerte. Antes de convocar a un necrófago conviene saber que siempre atacará prioritariamente al Arisen o a sus peones, sólo si no los detecta irá en contra de los otros enemigos, de modo que si van a usarse como arma, es preciso ocultarse.

Tipos[]

Existen cuatro tipos de necrófagos. Cada uno de ellos por sí solo es terrible, pero pueden aparecer acompañando a otros enemigos, incluso a otros jefes.

  • Garmr, un temible cánido gigante

Debilidades generales[]

Los dos necrófagos menores son muy vulnerables al rayo. El dragón maldito comparte las debilidades de todos los muertos vivientes, al fuego y la magia sagrada.

La Muerte por su parte tiene una vitalidad extraordinaria y ningún ataque parece ser súmamente eficiente, aunque recibe buen daño de fuego y magia sagrada. Vencerla requiere de muchos encuentros, ya que su vitalidad no se repone entre éstos, y después de recibir cierto daño escapa.

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