— Se ha recibido un envío de mercancías. El camino está cerrado hasta que se reparta. Ten paciencia. No tardará mucho.
— ¿La Cofradía de los Peones? Por aquí y luego a la izquierda. El camino está abierto. Tienes vía libre, pero te agradecería que no crearas problemas con esa gente.
— Debe de estar bien, eso de ser el(la) Arisen. Apuesto a que ganas lo bastante para conseguir armas mejores.
— Y, mientras tanto, el guardia que tenga una espada afilada puede considerarse afortunado. ¿Y qué hay de la armadura? ¡Bah! ¿De verdad creen que podemos enfrentarnos a un dragón con semejante equipo?
— Puedes llamarme cobarde, pero, a la primera señal del dragón, me quito la armadura y salgo corriendo.
— ¿Sabías que su ilustrísima venció al dragón en una ocasión? Pero el paso del tiempo y la prosperidad lo han ablandado, por lo que cada día goza de menor estima entre los miembros de la guardia.
— No soy el único guardia que se plantea desertar. Nos limitamos todos a esperar que llegue el momento...
— Observa... Gran Soren está perdida. Date la vuelta, Arisen. El camino que queda por delante es demasiado peligroso. Temo por la seguridad del Duque, ser. Te ruego que acudas a su presencia.